Seminario de lectura sobre Cómo terminan los análisis, de Jacques-Alain Miller. La Escuela y su psicoanalista

La Escuela y su psicoanalista. Es el primer texto del apartado III de Cómo terminan los análisis de JAM.

Esta conferencia pronunciada en Granada por J.-A. Miller el 28 de octubre de 1990, en español, que coincide con el seminario del C. F. y con la fundación de la Escuela Europea del Psicoanálisis es, podríamos decir, una especie de manual de instrucciones de lo que es la Escuela de Lacan.

Miller, con el “Acto de Fundación” y la “Proposición del 9 de octubre de 1967 sobre el analista de la Escuela” en la mano, va haciendo un exhaustivo recorrido por los diferentes puntos fundamentales de la Escuela.

Destacaré los que me han parecido más interesantes. Algunos de ellos son tan importantes que casi se pueden leer al pie de la letra. Se percata el gusto -el placer como él dice- de Miller por el comentario de estos textos. Dice: “Comentar a Lacan debe ser una diversión. Hay que inventar, sacar a la luz las dificultades. El saber no deber ser triste” Y realmente para mí ha sido un placer leer a Lacan desde Miller.

El texto está dividido en 6 apartados:

1 Fundación

Lacan comienza su Acto de Fundación con un “Fundo”, por el hecho mismo de la enunciación se realiza la acción, es decir ese “Fundo” es un performativo, en este caso un performativo eficaz ya que sostuvo su Seminario durante 10 años. Y aunque en ese momento todavía no había impartido su seminario sobre el “Acto analítico”, ya encontramos su anticipación en el “acto de fundación” con el acento puesto en el acto.

Las resonancias y temáticas de este Acto de fundación son las siguientes:

    • La verdad perseguida por el poder, al oponerse a la IPA fundando la Escuela. Lo que hace pensar en personajes perseguidos por la Iglesia: Spinoza, Giordano Bruno, Trotsky…
    • La reconquista, en palabras de Lacan, que Miller toma muy idóneamente en Granada.
    • El tema de la odisea. El retorno a Freud es la odisea de Lacan. La IPA estaba en manos de los norteamericanos y Lacan levantó la bandera de la resistencia europea contra ellos

2 Más-uno de su escuela

La exclusión (excomunión) a Lacan por parte de la IPA que lo que pretendía era crear una división en la Sociedad Francesa de Psicoanálisis, produjo efectos radicalizando más la posición de Lacan. Fue un error por parte de la IPA, puesto que la fuerza de la enseñanza de Lacan se multiplicó. El fundar la Escuela fue para Lacan una elección forzada y la llamó Escuela Freudiana para demostrar que no se trataba de una Escuela del freudismo ni lacaniana, sino de una Escuela odisea.

Fue la actitud de la IPA la que hizo que Lacan tomara esa decisión.

A Miller le costó unos años comprender lo que Lacan quería decir con “Fundo -tan solo como siempre lo estuve en mi relación con la causa psicoanalítica”. Se dio cuenta en 1977 cuando estaba recopilando textos de La escisión de 1953. Entonces Miller se dio cuenta que en 1964 había un grupo de alumnos de Lacan que querían salvarlo y hacer una Escuela de Notables, por eso Lacan dice “fundo solo”. Así Lacan se coloca como el más-uno de la Escuela, no incluyéndose en la serie de los miembros de la Escuela.

Sin embargo, como luego hemos visto, hay otras interpretaciones sobre ese “solo”, como por ejemplo la que da también Miller en la teoría de Torino…

No es lo mismo “estar solo” que “ser el único”, dice Lacan en su “Discurso a la Escuela Freudiana de París”. Quien funda una Escuela ya no está solo, se considera uno más en la lista de miembros.

3 El trabajo

El trabajo es fundamental en la Escuela de Lacan. La Escuela de Lacan es una Escuela de trabajadores decididos. Como dice Miller uno entra en la Escuela para trabajar y trabajar.

Dice Lacan: “Para la ejecución del trabajo, adoptaremos el principio de una elaboración sostenida en un pequeño grupo…” Se trata de trabajo sostenido en carteles, en pequeños grupos, un trabajo sometido a una crítica y un control interno y externo.

Y continúa Lacan: “La enseñanza del psicoanálisis solo puede transmitirse de un sujeto a otro (y esto me parece fundamental) por las vías de una transferencia de trabajo.” Cuando Lacan dice “control externo” que la Escuela debe estar presente en la sociedad contemporánea.

Decir que la Escuela es un órgano de trabajo es decir que no es un órgano de

reconocimiento de los analistas. Lo que se reconoce en la Escuela es el trabajo.

4 Psicoanálisis puro

Lacan distingue el psicoanálisis puro y el psicoanálisis aplicado. Y el psicoanálisis en la ciencia y el psicoanálisis como saber.

El psicoanálisis puro no es terapéutico. El objetivo de un análisis no es la curación. Se trata de circunscribir algo de lo incurable en el sujeto, antes de prometer la curación completa. La finalidad del psicoanálisis no es curar.

Al hablar de la praxis respecto al psicoanálisis puro Lacan toma referencias de Marx y Althusser.

Respecto a la posición frente a los didácticos, da un giro añadiendo a la discusión a otros candidatos en formación, anticipando de esta manera el pase. Lacan busca una solución al final del análisis, no a través de la discusión entre analistas, sino por lo que ocurre entre analistas y analizantes.

Invitar a quienes finalizan sus análisis a testimoniar sobre ello, es una anticipación del pase. Es el analizante el que puede dar cuenta de los cambios que se han producido, no el analista, el analista es un tonto.

La Escuela debe captar lo más íntimo de la experiencia para transformar lo particular en universal, debe captar lo más íntimo de la experiencia para hacer de ello un bien común, no una obligación, pero pueden ofrecer a la ciencia las dificultades de su tratamiento. Igual que se ofrece el cuerpo a la ciencia una vez muerto, puede ofrecerse el inconsciente cuando ya es cosa del pasado, ofrecer el cadáver del inconsciente al examen científico.

En el pase se trata de recuperar algo más de lo que no puede recuperarse.

El control

Para Lacan es una responsabilidad de la Escuela la entrada en control de los que ejercen el psicoanálisis. La formación, dice Miller, es responsabilidad de la Escuela, no de un analista miembro de la Escuela sino de la Escuela en su conjunto.

5 Psicoanálisis aplicado

Es el de los médicos, dice Miller. Se pregunta sobre la relación del psicoanálisis con la ciencia que era lo que Lacan pretendió desde 1952, conectar el psicoanálisis con las ciencias humanas, con las ciencias conjeturales. También su intención de obtener para la Escuela un reconocimiento de utilidad pública, lo que implica una comunicación con los órganos del Estado…

Pero Miller en el 2000, en su curso El lugar y el lazo deja muy claro que no hay diferencia entre psicoanálisis puro y psicoanálisis aplicado.

En cuanto a la entrada a la Escuela, -lo que en estos momentos es un debate importante en la ELP- en un primer momento, en 1964 se hacía en grupo, no a título personal sino como miembro de un conjunto. Luego en 1973, en la Nota Italiana será lo opuesto, la entrada por el pase, uno por uno. Ninguna de ellas se realizó. “Pero a pesar de que la entrada grupal no se realizó, dio cierto tono general a la Escuela, una disminución del narcisismo. No se trata del yo soy miembro, sino de algo más colectivo” Estas palabras de Miller me recuerdan al efecto que han tenido otras palaras suyas recientes: “La ELP está enferma”. Creo que también ha provocado efectos, movimientos en la Escuela y otra manera de recolocarnos y también se produjo, me parece, una disminución del naricisismo. Como lo hemos ido comprobando a partir de las Noches del Directorio Ampliado.

6 Dispositivo del Pase

Aunque ya se ha perfilado en puntos anteriores, me parece que este es el apartado que más me ha interesado. Está escrito en 1990 pero muchas de las cuestiones siguen totalmente vigentes. Lo he leído con las reseñas actuales del Colegio del Pase de la ELP que han sido recogidas en El blog del pase. Nueva serie. Me gustaría mucho poder conversar sobre ello con vosotros.

Salida de la transferencia

En este apartado dice Miller: “El testimonio del analizante sobre su análisis no tiene ninguna garantía de verdad”. Es decir que la transferencia no desaparece del todo.

Respecto a la salida de la transferencia al final del análisis opina que no hay un grado cero de la transferencia.

Es una relación diferente al final y desde ahí el sujeto puede decir algo original y válido sobre su experiencia analítica.

Antes del final, el testimonio válido es el del analista, pero al final del análisis hay algo que se escapa al analista y solo el analizante puede dar testimonio de ello.

Pasadores

El tema de los pasadores me interesa mucho y cómo ha sido tratado desde el inicio del pase hasta la actualidad. Me parece que la función del pasador es fundamental.

El planteamiento de Lacan desde el inicio es que el pasador es como el candidato que aún no ha terminado su tesis, pero sigue trabajando.

En primer lugar, el pasador obtendrá un testimonio que no podrá obtener el jurado. Lo entrevistan quienes están un paso atrás -esa es la subversión de Lacan.

En segundo lugar, que la causa del pasante sea defendida por ellos. Y en tercer lugar, entran en el dispositivo como ignorantes, recogen testimonio del pasante y a su vez, dan testimonio de lo que les provoca escucharlo, es decir que verá cual será el paso adelante para él mismo, de esta manera podrá testificar. Es alguien muy cerca del final y a la vez un paso atrás para poder obtener algo muy especial. Es como una placa sensible.

En cuarto lugar dice Lacan que el dispositivo del pase tiene la estructura del Witz, del chiste: el pasante cuenta su experiencia y el pasador repite esa historia al jurado. Hay una transmisión y la historia trágica del pasante se convierte en comedia. La tragedia se ubica antes del pase puesto que el pase significa que que se pasó de la tragedia a la comedia. El pase se trata de eso, conseguir hacer una comedia con los impasses de la propia existencia. Miller toma como ejemplo a Molière del que dice que hizo el pase, porque con la infidelidad de su mujer, con su enfermedad logró hacer reír al mundo entero.

Dice Miller que los pasadores son como Rossencrantz y Guildenstern en Hamlet, dos tipos no demasiado inteligentes para representar la sociedad humana. Los pasadores pueden ser inteligentes pero en función, son los representantes de la sociedad, de lo común. En un principio se estableció una lista y se los elegía al azar.

Miller en 1990 decía que hay que conservar el carácter rápido y no dramático del pase, para evitar que los que se presentan lo vivan como algo duro, es una experiencia donde se habla de lo ´más íntimo’ a un casi desconocido, no es lo mismo que hablarle a un analista.

Los pasadores estaban elegidos al azar, no por sus méritos. Primero se estableció una lista de pasadores -elegida por los AE-, después fue por azar. El pase tendría que ser rápido, una reducción de los significantes. En el pase hay lugar para la invención y la reinvención.

Sobre el título del AE, en principio era un título permanente, pero en 1980 Lacan decidió que fuera un título transitorio.

Distingue:

– Los AME, son los analistas supuestamente experimentados

– Los AE, son un contrapeso, no permanente sino transitorio

Respecto a la actualidad del pase he recogido algunas notas sobre las reseñas publicadas de las reuniones del Colegio del Pase de la ELP.

Me han interesado fundamentalmente dos cuestiones:

    • El pase acontecimiento, el pase una sola vez: la experiencia del cartel es un corte radical. Cuando hay pase acontecimiento es una ve y para siempre.
    • La cuestión del pasador.

El pasador es el Pase”, señalaba Lacan, por el momento que atraviesa en su análisis, momento de Pase, que no ha de confundirse con el final del análisis. El pasador es una pieza esencial del dispositivo: sobre él recae la transmisión del testimonio del pasante al cartel. A partir de la transmisión que hace, el cartel podrá o no , concluir sobre una nominación. La frescura y la cercanía a la experiencia prevalecen, pues, más allá de cualquier otra condición. La mayoría de los pasadores hicieron un buen trabajo de transmisión y de su entusiasmo se pudo deducir la implicación de su deseo. En algunos casos hubo dificultades que el Colegio tomó en cuenta.

Los pasadores se designan, no se nominan ni se nombran. Lo que rige para ellos es la lógica de la designación. La nominación está reservada a los casos de Pase, a los AE. Tampoco se trata de un nombramiento ya que éste implica una dimensión de jerarquía o mérito curricular que es ajena a la lógica del Pase. El AME que designa un pasador ha de preservar el vacío de sentido de esa función que es: temporal, y discreta. El pasador puede no ser miembro de la Escuela. Dicho esto, los actos se miden por las consecuencias, inesperadas a veces en los efectos que producen.

Lacan en La Nota italiana señala que “los pasadores se deshonran al dejar la cosa incierta”. Es decir, que en la transmisión que hace el pasador al cartel, su propia enunciación está concernida. De ahí la importancia de la transmisión que hará el pasador. Lo sepa o no, cada uno transmite una apuesta, y en este ese sentido, se puede pensar que, sea cual sea, la cosa nunca queda incierta. Cada pasador pone en juego, por su enunciación, una evaluación respecto a si habrá o no Pase. O sea, cada pasador ya tiene una posición y participa de acuerdo a ella. Es preciso no confundir el momento de fin de análisis y la conclusión que comporta un final de la cura.

Una designación de pasador funciona como una interpretación y, debido a ello, un analista no sabrá a priori el efecto de la misma. La apuesta del AME se verifica a posteriori. Es deseable que la designación no se acompañe de ningún juicio de valor Un cartel del pase, tiene sus herramientas para saber responder a las dificultades que pueda encontrar. Además de tener una conexión con el Secretario del Pase de la AMP, función ésta a cargo del Secretario del Pase.

El pasador que puede ser sorteado para formar parte de un cartel, es aquél que finalizado el periodo de dos años de ejercicio en los cuales ha escuchado a los pasantes. Si es sorteado formará parte del Cartel del Pase en calidad de uno de sus cartelizantes.

Begoña Isasi, miembro de la ELP en la Sede de Bilbao.