Begoña Isasi | El Banquete de los analistas | Capítulo XVIII La lógica de las nadas

CAP. XVIII LA LÓGICA DE LAS NADAS

Una lectura casi a la letra

Begoña Isasi

En este capítulo el punto de partida es el “no saber” que JAM toma de la “Proposición del 9 de Octubre sobre el psicoanalista de la Escuela”, y a lo que remite más que al no saber es a lo que debe saber el psicoanalista,cuestión que nos envía a 10 años antes, donde Lacan lo comentó en “Variantes de la cura-tipo”.

          

EL NO-SABER

Hay un imperativo de saber que recae sobre el psicoanalista,y que no se tratadel no saber de los escépticos, de Sócrates, por ejemplo, sino el no saber en el sentido de que el psicoanalista debe saber ignorar lo que sabe. Pero ese no sé nada, decía Freud, tiene también que ver con considerar cada caso como absolutamente nuevo, no sirve la experiencia anterior. Es decir, ser debutante ante lo real. La experiencia analítica, en la teoría freudiana, es la experiencia de lo nuevo, entonces no se trata de acumular experiencia.

En el sentido lacaniano, por el contrario, la finalidad de la experiencia es el pase que es una acumulación.

Esta antinomia puede ordenarse si se distingue la entrada y la salida del análisis donde se ha acumulado una experiencia, pudiendo comparar un final de análisis con otro, con el punto que llegó cada uno, según dice la proposición. Por eso a unos se les puede decir sí y a otros no.

Hay una articulación del no saber inaugural con el saber final, por lo que estos términos no se consideran disjuntos. Por eso el no saber no es completamente exterior al saber.

Lo no sabido se ordena como el marco del saber, esto ya produce un efecto de no saber. Si separamos los términos no ysaber nos encontramos con la negación, porque lo primero que plantea el no saberes saber algo sobre la negación.Podemos observar entonces una relaciónentre psicoanálisis e ignorancia, ya que el no saber remite a la ignorancia. (316 lamento de Lacan sobre la incompetencia de sus oyentes)

La enseñanza de Lacan se justifica por la ignorancia de los psicoanalistas que buscan instruirse. La enseñanza de Lacan tuvo un costado pedagógico por su acceso a Freud a toda una parte de la cultura filosófica, literaria y científica.Hay enseñanza de Lacan porque hubo y hay ignorancia de los psicoanalistas y suplió las deficiencias de cultura de la psicología, psiquiatría y otras disciplinas.No es malo reclutar entre los ignorantesy no entre los sabios. No es sabio para el psicoanálisis la posición sabia.

Si hay una ignorancia que limpiar es respecto de la función cero, para ello volvemos a la cuestión de la negación.

3 POSICIONES

 

Lacan propone una tabla del NO con 3 posiciones binarias:

1º la posición entre el vacío y la nada;

2º el rasgo delimitado por la medida, por un lado, y el elemento neutro implicado en el grupo lógico, por otro;

3º la nulidad de la incompetencia y lo no-marcado por la ingenuidad.

Esta tabla verso sobre todo sobre el no saber, para Lacan es esencial para la enseñanza del gradus, el pase.

El nulo y el ingenuo

 

Sobre el 3º punto: “¿Cuál es la diferencia entre incompetencia e ingenuidad, que son dos modos de no saber?”

Nulo apunta a la competencia de un sujeto, ¡es un nulo!, ¡cést un zéro! Es nulo cuando un sujeto tiene que saber y no sabe, este nulo toca cierto saber arreglárselas que se espera de una formación.

Concierne a la formación, en tanto que debe producir una competencia, es lo que indica lo que tiene que saber.

La ingenuidad apunta también a lo que un sujeto no sabe, pero tiene cierto rasgo positivo, es el no saber unido al no juzgar. Se dice ingenuo al que no es diestro en cierto campo de experiencia, pero tiene un valor muy positivo, ausente en la incompetencia: el no prejuzgar la manera en que los sucesos se presentan. Sino acogerlos, recibirlos,acogerlos como por primera vez. La experiencia analítica está teñida de esta ingenuidad de partida, en este sentido es un no saber operativo. Por eso el ingenuo no es un nulo, sino no marcado, como dice Lacan, se esfuerza en no estar marcado de antemano por los fenómenos que estudia. De modo que la ingenuidad es una apertura.

El consejo freudiano de considerar a cada uno como nuevo, es que el analista se presente como no marcado, lo que es distinto de nulo. Se espera del analista una ingenuidad competente.

El pase, en la medida en que se esfuerza por atrapar un analista en el límite, apunta a consagrar un analista ingenuo. El sujeto en el final del análisis adquiere un nuevo tipo de ingenuidad. De manera que nos son iguales el cero de la incompetencia y el cero de la ingenuidad. El cero de la ingenuidad señala lo que está por venir, es un cero de apertura.

Sigamos con el NO.

El cero y la nada

 

2ª oposición de Lacan: “El rasgo delimitado por la medida y el elemento neutro”

¿Cómo entender esta oposición?

El rasgo delimitado tomado en el sentido del cero de un termómetro, que es solo una marca, luego es arbitrario. O sea que ese cero es eminentemente variable, no es el cero absoluto, de manera que un cero de medida no es más que la referencia para una evolución.

En el cero como elemento neutro, pensándolo en la adición o la sustracción aritmética: 1+0= 1   1-0 = 1 el elemento de partida

El cero en la aritmética es un elemento neutro porque no cambia nada. En cambio, en la multiplicación si cambia el cero, el que no cambia es el 1. El elemento neutro es el 1.

El vacío y la nada

La 3º la distinción:“Entre el vacío y la nada”

Se trata de la nada en tanto que está determinada en su lugar. Es posible hacer del vacío el nombre de este lugar mismo, pero también es que este no tiene límites. O sea que la nada está sometida a los límites del lugar y el vacío es una dimensión sin límites.

La articulación del lugar con la nada, la nada es la función de un marco. Y así como tenemos el equívoco sobre el vacío, tenemos otro sobre el no saber que se le puede considerar del orden del vacío abismal y sin límites o como el marco del saber.

Frege en susFundamentos de la aritméticada una definición dl cero partiendo del concepto, entendido como un marco donde se inscriben los elementos, de manera que si no hay nada bajo ese concepto se pone el número 0, es decir, que no hay nada. A partir de otro concepto tenemos el 1d y así sucesivamente… De esta manera engendra Frege los números enteros.

Esta imposición de un marco, que es el concepto mismo, es una manera de hacer operativa la nada. Se parte, no de la nada, sino del concepto que da un lugar, y si este no estuviera. Sería el vacío. Gracias al concepto se sitúa nada y se le da un nombre.

Seisindicaciones de Lacan para abordar el no saber:

1º como incompetencia, lo que el psicoanalista debe saber. Aquí Lacan propone las distinciones de la nada, ofrece un saber de la lógica de las nadas.

2º el no saber como ingenuidad, evitar el saber de antemano que es la condición de la experiencia analítica. En este nivel, no en el de la incompetencia, el analista debe estar animado por la pasión de la ignorancia que no es pasión de incompetencia.

3º el no saber como vacío

4º el no saber como nada

Distinguir ambos conceptos permite considerar la palabra marco, el marco analítico que con Lacan no se trata del setting, del margo de las reglas, si no que es un marco en el que se permite ubicar la nada en la serie de los objetos a.

Y aquí Miller toma la clínica de la histeria para mostrar el pasaje del vacío a la nada, que a veces se manifiesta como fenómenos de despersonalización, pérdida del sentimiento de realidad, y que se determina en el marco analítico como una nada, como una insatisfacciónque es un fenómeno de la histeria enmarcada, o sea que estos fenómenos se sitúan en un marco.

Por otra parte, en la cínica de la psicosis, la forclusión -forclusión del Nombre del Padre-, la presencia de una nada, se traduce como una experiencia del vacío, sin límites, sin el marco del NP.

5º En cuanto al saber como cero de la medida. La medida y la idea de una referencia para evaluarlo noestá ausente de la consideración del análisis. Hay una medida en juego aunque se la pueda cuestionar.

6º respecto al elemento neutro, todo análisis tiende,según Lacan, a la transformación del sujeto en analista.Se supone que el analista, desde el punto de vista de la ética, es al principio un elemento neutro, entonces cómo se transforma al final de la cura en un elemento absorbente, es decir que el resultado del análisis sea un analista. ¿Por qué esta neutralidad da como resultado, como residuo, un analista?

¿Cómo se introduce la cuestión del saber en la teoría psicoanalítica?

Primero encontramos una articulación entre competencia e ingenuidad, por ejemplo, la afirmación de Lacan que dice que lo que el psicoanalista debe saber es ignorar lo que sabe.

El saber se introduce para dar cuenta del inconsciente. El inconsciente tiene una negación en su propia base, Freud propone este término con una negación y con la negación nos acercamos a la correcta noción de inconsciente.

Hasta Lacan se pensaba que el inconsciente era el no saber, pero Lacan transformó la noción del saber volviéndola independiente de la condición de , de manera que se pudo dejar de considerar al inconsciente como un no saber y definirlo como un saber en el que no está el yo, un saber donde no me encuentro, que no me incita a representarme en él, a equipararme a él. El inconsciente como “algo que se dice” sin que el sujeto sepa qué dice.

El inconsciente definido como saber, en la elaboración de Lacan hay una oscilación en la definición del inconsciente: ya como verdad opuesta al saber, ya como saber opuesto al dicho, la enseñanza… Lacan intenta resolver esta dificultad con una construcción que conjuga los términos saber y verdad, ubicando el primero en el lugar del segundo…

Y de esta manera pasamos a los dos siguientes capítulos, titulados “El saber y la verdad”