Bilbao: Hacia PIPOL 12 Malestar en la familia.
8º Congreso Europeo de Psicoanálisis

La familia es la primera institución humana, por tanto es simbólica y no natural, podemos leer en el texto de orientación de PIPOL 12. El proceso de las transformaciones familiares lleva ya mucho tiempo en el devenir de la Humanidad, pero la familia ha resistido y ha sobrevivido pese a los cambios radicales que se han producido en la civilización; adoptando nuevas formas, pero cumpliendo su función fundamental como transmisora de un deseo no anónimo que humaniza al niño.

La pregunta es si hoy las nuevas formas de familia constituidas siguen cumpliendo la función de residuo que Lacan1 asignó a la agrupación familiar en la transmisión simbólica y la constitución del sujeto.

El malestar en la familia es estructural y no contingente, en la medida en que la familia se introduce como suplencia de la inexistencia de la norma sexual, invalidando toda supuesta naturalidad. Miller nos recuerda que “la familia está unida esencialmente por un secreto, un no-dicho, y que ese secreto es siempre un secreto sobre el goce: de qué gozan la madre y el padre”2. Verdad parcialmente velada por el discurso del amo de la época patriarcal con el ropaje imaginario-simbólico que la recubría.

Hoy, en los tiempos de la decadencia de lo simbólico en los que el objeto a, en su vertiente de plus de goce, ha ascendido al cénit social, la familia ha sufrido grandes mutaciones. Al lado de la familia patriarcal y edípica tradicional, compuesta por el padre, la madre y el niño, asistimos a la proliferación de distintas formaciones familiares: monoparentales, homoparentales, reconstituidas, madres portadoras… abriendo la época de las parentalidades, como sistemas de parentesco desligadas de los lazos biológicos y de la diferencia sexual, que enlazan los niños a un hombre y una mujer concretos en tanto genitores; haciendo del niño el eje de las necesidades y rechazando el resto de un real que asegure las diferencias.

Como nos explica Fabián Fajnwaks3, el problema es que los deseos se han transformado en derechos, posibilidad a su vez abierta por el desarrollo de la ciencia en el ámbito de la concepción-reproducción; a través de la alianza entre la ciencia y el derecho, el deseo de hijo, pivote de la institución familiar, deviene derecho de hijo que cualquiera puede reivindicar.

A deseos inéditos, fantasmas inéditos y a fantasmas inéditos, síntomas inéditos, nos dice Fabián. Sin olvidar que “no somos de aquellos que se afligen de un supuesto relajamiento del vínculo familiar”4 como estableció Lacan, alejando por tanto toda nostalgia de tiempos pasados; se trata, de estar atentos a la incidencia del psicoanálisis sobre los síntomas producidos por estas mutaciones y a los efectos de retorno sobre el propio psicoanálisis de estas parentalidades post-edípicas y sinthomáticas.

En el espacio de la Sede de Bilbao “Hacia PIPOL 12” os invitamos a explorar y trabajar sobre lo que significa hoy el concepto de familia, cuyos rápidos cambios tienen consecuencias cruciales que constatamos en las demandas que recibimos en nuestra práctica.

Coordinadores: Luis Fermín Orueta- Esther González

  • Fechas 2025: 13 de marzo, 10 de abril, 29 de mayo y 19 de junio.

 

Notas:

  1. Lacan, Jacques. “Nota sobre el niño”, Otros escritos. Paidós, Buenos Aires, 2012, p. 393.
  2. Miller, Jacques Alain. “Cosas de familia en el inconsciente”, Introducción a la clínica lacaniana. RBA, Barcelona, 2006, p. 341.
  3. Fajnwaks, Fabian. “Real, simbólico e imaginario de la familia”, Virtualia nº26, 2013.
  4. Ibid..