Velada Bilbao. Apertura
Buenas tardes. Algunos puntos de partida para la conversación.
1.- La actualidad del tema
Las Jornadas de la SLP (2023), el pasado encuentro ENAPOL (2023), el dossier elaborado por la AMP en 2023, la fallida conversación clínica del ICF-España en 2021 y su próxima conversación en 2025, dan cuenta de la actualidad del tema de las entrevistas preliminares y las entradas en análisis
Concha Lechón, corresponsable de la comisión bibliográfica de las próximas Jornadas de la ELP, señalaba cómo desde mediados de los años 90 no se había escrito prácticamente nada a propósito de las entrevistas preliminares, al menos en lengua castellana. Ahora asistimos a un momento de producción en torno a este tema, que a mi entender obedece a dos razones íntimamente relacionadas.
De una parte, y en un movimiento de retroacción, es el momento de conceptualizar las entrevistas preliminares a partir de los desarrollos que en el Campo freudiano se han producido en relación al final de análisis a partir de la enseñanza de Jacques Alain Miller. Obedece a la lógica retroactiva que Lacan señalo en su “Proposición del 9 de octubre”, cuando constataba que la destitución subjetiva está inscrita ya en el billete de entrada; por lo que hoy nos podemos preguntar qué del Uno del goce podemos encontrar inscrito en la puerta de entrada.
La segunda razón, viene dada por la manera como se presentan hoy las demandas en la consulta, en la que como se señala en el texto de orientación de Roger Litten y en alguno de los textos que hoy trabajaremos, se trata de una demanda caracterizada por la urgencia y la exigencia de un goce. La cuestión es ¿cómo nos vamos a situar en relación a esta demanda?, pues ello marcará la diferencia del psicoanálisis respecto del mercado de las psicoterapias en el que nos vemos inmersos.
Lacan en “La Dirección de la cura” distinguió en el grafo del deseo dos niveles de la demanda, el nivel de la demanda transitiva que hace a la satisfacción de la necesidad; y el nivel de la demanda intransitiva, una demanda de amor que es demanda radical de nada. Para el analista se trata de no responder a esta demanda radical, sostenerla para que en el lugar de ese vacío el sujeto pueda cernir el objeto causa de deseo. Podemos plantear entonces que el empuje contemporáneo a la satisfacción pone de relieve el objeto a en tanto que objeto plus de goce, como señala Jacques-Alain Miller en “Una fantasía” la dictadura del plus de gozar que encarcela, añadiría, la dimensión del objeto causa, lo que sella la dificultad para la entrada en análisis.
2.- En relación con lo anterior, quiero retomar una pregunta del argumento escrito conjuntamente con Marta Berenguer, dice así: ¿qué oferta puede hacer hoy el psicoanalista para que advenga una auténtica demanda de análisis?, una vez constatadas las dificultades para la constitución de la transferencia en su articulación con el sujeto supuesto saber.
Gracias al libro de Graciela Brodsky El deseo de enseñar encontré una referencia al curso de Miller La fuga del sentido que nos permite orientarnos en la época que vivimos, dice así:
“No hay relación sexual, eso nos deja en efecto separados del Otro en el nivel sexual, pero en el lugar de ese no hay relación sexual, hay discursos, y en esos discursos, hay relaciones regladas con el Otro (…) Esto es tanto más esencial que haya allí discurso, cuando que ese concepto es el que Lacan trae al mismo tiempo que aísla cada vez más al sujeto con su goce
(…) Y lo único que pone orden en esta soledad semántica absoluta, y paralela a la soledad del goce, es estar en un discurso, es decir, como dice Lacan, en un lazo social”1.
Esto me permite desplazar la cuestión, de la entrada en análisis, tal y como la conocemos a partir de la Proposición, a la entrada en el discurso analítico, la posibilidad para el parlêtre de entrar en el discurso analítico. Desplazar, que no anular o borrar, pues como señalaba Jacques-Alain Miller en una entrevista con Anaëlle Lebovits-Quenehen en el año 2012: “En psicoanálisis, siguiendo a Freud y a Lacan, uno no abandona los conceptos, se los conserva, se acumulan, se sedimentan, se estratifican, se los desplaza, se los recompone, se los recombina, es toda una química”2.
Me interesa la cuestión del discurso, pues nos conduce a la perspectiva del amor en tanto que mediación entre los unos solos.
3.- ¿Cómo abrir la dimensión del amor de transferencia?
Eric Laurent en su texto El reverso de la biopolítica señala una cosa muy interesante. Así, señala que siempre el encuentro con el goce es fallido, lo que hace que el autoerotismo no sea absoluto. Es una suerte, ya que es lo que empuja al sujeto contemporáneo a la consulta del analista.
El analista ha de introducir la imposibilidad, hacer presente lo fallido del autoerotismo, lo fallido que funda al inconsciente. Esto supone responder analíticamente a la demanda, responder desde el significante de la falta en el Otro, S(Ⱥ), modo de repuesta que diferencia al psicoanálisis de las prácticas psicoterapéuticas, pues apuntamos al objeto causa del deseo. Responder desde S(Ⱥ) apunta a lo insoportable del síntoma articulado con una causa pulsional que divide al sujeto, lo que pueda empujar a una tarea de desciframiento.
Y para ello tenemos que estar formados, así que participar en el trabajo preparatorio que se está realizando en las Sedes de la Escuela, e inscribirse en las Jornadas es un buen medio para ello.
Julio González, miembro de la ELP y AMP. Co -Director de las XXIII Jornadas de la ELP.
Notas:
- Miller, J.A. La fuga del sentido. Paidós, Buenos Aires, 2012, pp. 196-198. ↑
- “En ligne avec Jacques-Alain Miller”, en La Cause du désir nº80. ↑